Elemento Metal

Es igual a una casa o bodega o domo circular como los hangares, o el Palacio de los Deportes, en la Ciudad de México.

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Elemento Agua

Es igual a formas libres, caprichosas

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Elemento Madera

Su forma es alta, casi vertical como los edificios y las columnas.

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Elemento Tierra

Son las colinas más planas, las construcciones son rectangulares, cuadradas o cúbicas.

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Elemento Fuego

Las construcciones de formas picudas, de dos aguas o piramidales hacen referencia a este elemento.

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Los cinco elementos o las cinco fuerzas transformadoras de la naturaleza presentan una excelente opción o herramienta en el diseño y ambientación de espacios. Cada una de estas fuerzas corresponde a un elemento de la naturaleza con una energía determinada y características propias.

El agua es una energía profunda, analítica, evoca los sentimientos. Promueve la libertad, los viajes y la aventura. Favorece la comunicación profunda y la seriedad. Es muy favorable cuando deseamos integrar un toque de intelectualidad, sentimental, libertad y comunicación profunda al ambiente de un lugar. Puede ser por medio de una fuente, un tazón con agua, un cuadro de un lago, río o marina, algún objeto de forma irregular o asimétrica así como tonos oscuros como negro o morado obispo. Un ambiente con agua crea una atmósfera de sabiduría y docilidad. Pero si se abusa del agua en un espacio, se daña la atmósfera y provoca actitudes de descuido e introversión o encierro, dispersión y falta de motivación.

La madera es una energía alegre, sociable, inquieta, curativa, productiva, creativa, evoca la naturaleza. Favorece la innovación y el desarrollo de proyectos nuevos. Es muy buena cuando deseamos integrar esta energía a un entorno, pues provee un ambiente de salud, frescura, alegría y fertilidad. Puede ser por medio de plantas, fibras textiles como fino o algodón, cuadros de paisajes de bosques y flores, muebles y pisos de madera, formas alargadas o colores verde y tonos azul claro. Un ambiente con madera crea una atmósfera de productividad y benevolencia, una sensación amable. Abusar de la madera daña la atmósfera provocando demasiada calidez, que puede llevarnos a caer en trampas fácilmente.

El fuego es una energía festiva, activa, sociable, alegre, llamativa y brillante. Favorece el desarrollo social, la pasión y la autoestima. Es muy positivo cuando queremos imprimir un toque de alegría y pasión en la atmósfera; también promueve las relaciones interpersonales y la sociabilidad. Se puede lograr por medio de aparatos eléctricos, velas, pirámides, triángulos, fotografías, mascotas, esculturas, luz o colores brillantes como magenta, rojo, naranja o amarillo; y textiles de origen animal como seda o lana. Un ambiente con fuego crea una atmósfera de cortesía y confiabilidad. Abusar del fuego daña la atmósfera provocando actitudes demandantes, demasiado estrés y desarrollo de manías, que nos pueden llevar a ser extremistas, arrogantes y crueles.

La tierra es una energía sólida, estable, segura y precavida. Favorece la precaución, el cuidado y la armonía familiar. Es muy adecuada cuando queremos generar una atmósfera maternal, hogareña, estable y de motivación. Puede ser por medio de objetos y materiales de origen térreo como barro, adobe, porcelana, cerámica, cuadros de paisajes de campos de cultivo o de fachadas de casas de ladrillo o adobe, formas cuadradas o planas, ocres, amarillos, mostaza, arena, beige y café. Un ambiente con tierra crea una atmósfera de armonía familiar y calor de hogar, de confiabilidad y lealtad. Abusar de la tierra daña la atmósfera y la vuelve turbia, aburrida y pesada, provocando actitudes de alejamiento, dudas e inseguridad.

El metal es una energía de orden, consolidación, organización y liderazgo. Favorece la seguridad, la libertad, el romance y la estabilidad. Es muy bueno cuando queremos imprimir un toque de elegancia, romance, libertad y consolidación. Promueve una atmósfera ordenada, organizada, limpia y superficial. Un ambiente con metal favorece la planificación, las finanzas, el liderazgo. Crea una atmósfera de rectitud y decisión. Abusar del metal daña la atmósfera, la vuelve fría y determinada, provocando actitudes de fuerza y valentía que desembocan en comportamiento dominante e irascible.

El elemento agua nos es de mucha ayuda en casos de personas ancianas, en situaciones de mucho estrés, insomnio; cuando nos encontramos en convalecencia y recuperación de enfermedades, incluso ante problemas sexuales.

El elemento madera es recomendable en habitaciones de gente joven, cuando se desea comenzar o reconstruir una carrera, cuando se necesita confiar o se desee desaparecer el letargo.

El elemento fuego es de mucha ayuda en lugares donde es difícil la convivencia o donde falte inspiración y existe timidez.

La tierra nos apoya en casos de gente joven, cuando se quiera comenzar una familia o en lugares donde existan discusiones. También en casos de personas muy impulsivas y arriesgadas.

El metal es muy adecuado en la etapa de la madurez, en lugares desorganizados, donde se necesite control, inspiración o habilidad para terminar las cosas.

Las habitaciones de la casa se asocian con los elementos dependiendo las funciones para las que están destinadas. El baño y la lavandería se clasifican como representantes de elemento agua, mientras que la cocina corresponde al elemento fuego.